
Quizás con Winona Ryder en “Girl, Interrupted” (James Mangold ,1999) pueda verse ese nivel de calidad interpretativa sirviéndose solo de la mirada, pero no es para nada habitual ver cosas así, pues requiere una conjunción actriz-director-puesta en escena perfectas para que una sutil y efímera mirada certifique aquello de las mil palabras.
Si la película no comenzara con la escena de “min hemliga önskelista”, tan solo con la primera mirada de Agnes a Elin, al espectador no le quedaría mas remedio que ir mucho más allá de la sospecha en la idea del enamoramiento de Agnes. Sospecha que no haría mas que ratificarse mirada tras mirada hasta la confirmación del hecho.
Esta primera mirada, a mitad de camino entre lo estremecedor y lo hipnótico, conecta de alguna manera con el subconsciente y somete la empatía del espectador al personaje. Al ser o haber sido adolescentes experimentamos un proceso de identificación inmediato, pues todos hemos mirado alguna vez con esos ojos. Ademas, si tenemos en cuenta el innegable rostro angelical de Rebecka, todas las sensaciones anteriormente descritas se verán amplificadas al surgir en nuestro interior el deseo de corresponder su mirada.
Hay muchas más miradas que esta primera. He puesto la captura, ademas de la primera, de algunas más. Pero todas las miradas de la película son muestra de una notable calidad interpretativa, pues nadie las duda lo más mínimo.
Decir que no solo Rebecka.... Alexandra dispone también de un buen surtido de miradas, pero mientras que en el caso de Rebecka son miradas que traslucen admiración o enamoramiento -la mayoría de las veces, no todas-, en el caso de Alexandra también pueden ser de odio o hastío. (Alguna mirada a su hermana Jessica o a Markus servirían de ejemplo).

Otra de las -innumerables- mejores miradas.
Elin: ¿Soy bastante guapa?
Agnes: Sí, lo eres.
